Esta ciudad, poblada inicialmente por aventureros en busca de fortuna, fué la puerta abierta hacia las tierras del Yukon.
El pequeño tren que bordea las montañas camino del White Pass nos va mostrando la ruta en la que dejaron su vida no pocos hombres y un gran numero de caballos. El Paso Blanco se convirtió para aquellos aventureros en una pesadilla de horror y muerte. Cerca de 3.000 caballos y mulas murieron en Dead Horse Canyon.
Cerramos los ojos por un momento y nos imaginamos a los buscadores subiendo fatigosamente, hundidos en la nieve, hacia la cima del Paso.
Hemos llegado a un antiguo campamento compuesto por unas cuantas barracas de madera. Allí, en medio de estos bosques del Klondike nos trasladamos a aquellos lejanos años y tratamos de encontrar alguna pepita del preciado metal en una corriente de agua.
Fracasado el intento y ateridos de frío regresamos a la realidad de nuestro tiempo actual convencidos de que el oro de ese día lo encontraremos en el refugio cálido y confortable del barco que nos aguarda.
Cuando el barco zarpa de nuevo hacia un destino de nieves y glaciares sólo queda el viento frío y el silencio en el White Pass.
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