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martes, 20 de septiembre de 2016

Adiós a las Estelas.


                                                                                









Texto poesía: Julio Suárez Herrero
Fotos: Claudio Táboas (puesta de sol) y Julio Suárez.(banco en la playa) y foto de las Estelas)






     





        Adiós Estelas queridas
        compañeras de mis sueños
        testigos en este blog
        de mis sentidos anhelos.
     
       Adiós mis islas queridas
       me voy y os dejo ya solas
       con el murmullo del mar
       con la brisa y con las olas.

       Queda este blog ya callado
       por un tiempo indefinido
       en él quedan reflejados
       momentos que yo he vivido.

       Una gaviota se aleja
        al horizonte lejano
        y su vuelo va dejando
        recuerdos de este verano.













































lunes, 22 de agosto de 2016

Depender o ser independiente.


Habrá opiniones para todos los gustos. Hoy he leído la frase que incluyo a continuación:

"Sé libre, es decir, independiente: aléjate de dependencias." (J.M. Opi)

Que cada uno la interprete según le plazca. A algunos le parecerá acertada. A otros todo lo contrario por imposible.
Bien. Es solo una frase pero seguro que daría para una larga discusión. ¡¡Cuantas dependencias dentro de nuestro entorno de vida nos condicionan!!

martes, 16 de agosto de 2016

¿Habrá algo más triste que una cruel despedida?





Poesía y foto:
Julio Suárez Herrero



¿Hay algo más triste que una cruel despedida?
Un adiós al amor, y también, con dolor, un adiós a la vida.                                                            
Sentir  que ha llegado finalmente ese día          
Dejando la casa en silencio, oscura y vacía. 

  ¿Hay algo más triste que ver mi mirada perdida?
  Apagados mis ojos, sin brillo, sin luz y alegría.
  Comprender que el tiempo de un modo tan frío
  A los dos, sin piedad cruelmente ha vencido
  ¿Habrá algo más triste, más triste, amor mío?


viernes, 12 de agosto de 2016

Recordando al Machu Pichu.



Poesía y fotos: Julio Suárez Herrero


          

          En tus piedras centenarias
          protegidas por la selva
          se escuchan voces lejanas 
          de espíritus que las pueblan.

          Volando sobre tu cima
          Huayna Pichu legendario
          he visto guardar al cóndor
          tu Templo del Sol sagrado.

         Llega la noche a la selva
         Todo en silencio se queda
         El alma de un inca vuela
         En busca de las estrellas.





lunes, 25 de julio de 2016

Versos para un amanecer.





Poesía y foto...Julio Suárez Herrero





                     
                  La tenue luz de la mañana
                  acariciará otra vez tu despertar
                  tu mano entonces buscará la mía 
                  deseando apretarla una vez más.

                  La luz será más fuerte a cada instante
                  tus ojos finalmente se abrirán
                  sabrás entonces amor mío,
                  que no podrás apretarla nunca más.

                 Llegará el comienzo de otro día
                 y mi cuerpo a tu lado no estará
                 será el recuerdo la triste compañía
                 que acariciará otra vez tu despertar.

domingo, 17 de julio de 2016

Un sabio mensaje.







Texto..Julio Suárez Herrero



Reseño el siguiente mensaje que ya he incluido anteriormente en mi blog.


" No te dejes nunca vencer por la tristeza que te puedan ocasionar aquellos que viven en la envidia y el rencor. Que los mensajes subliminales que quieran dañarte  los mires con lástima  por la pequeñez de quien los fabrica. Vive dichoso con quien te quiere. Con quien te acepta con tus virtudes y defectos,

Ten la grandeza de saber reconocer tus errores siendo consciente de que el rectificarlos con humildad te pone por encima de aquellos que jamás lo hacen. La gente no  encontrará nunca la mayor dicha en la envidia y en el afán de riqueza sino en el amor y la paz de convivir con quien da lo más valioso que hay que es el cariño desinteresado y sincero.

Ten la lucidez de saber reconocer a quienes no tienen la capacidad para darlo y, por tanto, ignórales pues están en un mundo ajeno al camino que sigue tu vida. Y, ahora más que nunca,  enhorabuena por la persona que te acompaña en este corto viaje que es nuestra vida.“



sábado, 2 de julio de 2016

En Galicia, Bayona. Una Estela perdida.


Poesía y foto,  Julio Suárez Herrero.





                   Apenas ya amanecía.
                   Oía silbar al viento,
                   de frío me estremecía.
                   Asomado a mi ventana
                   contemplaba el nuevo día.

                  Mi vista buscaba en vano
                  a dos Estelas queridas.
                  En la mar solo una Estela
                  sobre el mar permanecía. 

                 La Estela de Mar se fue
                 mientras de noche dormía.
                 Quedó la Estela de Tierra
                 acompañando mi vida.

                En el mar en que ahora estés
                Estela de Mar perdida
                en mi recuerdo deseo
                que sea una mar tranquila

                Poco a poco amanecía...
                Cerca del faro ha quedado
                solo una Estela querida.

sábado, 11 de junio de 2016

En la Corte de la princesa Niran




Texto y foto
: Julio Suárez Herrero



  

"          

Esto sucedió hace muchos años en los lejanos confines de un  país asiático y ha quedado como una de las historias favoritas que las gentes de aquel lugar cuentan a los visitantes.

El Rey de aquel país tenía una hija llamada Niran. Debido a su belleza tenía numerosos pretendientes que deseaban ser aceptados por ella. Cuando parecía que ya alguno lo había conseguido ella terminaba bruscamente su relación buscando siempre un motivo imaginario. Al último pretendiente lo había rechazado pues decía que rechinaba los dientes al masticar.

 En ocasiones se negaba a seguir la relación con otros pues  le parecian muy aburridos. Verdaderamente Niran era una princesa difícil de contentar lo que la hacía aún más deseada por todos aquellos que aspiraban a conquistarla.

Un día, cuando ella estaba paseando por la pequeña capital de su reino, disfrazada para que no la reconocieran, vió en una pequeña tienda donde se vendían multitud de diversos objetos a un joven que por su atuendo aparentaba ser un trovador pues llevaba consigo un pequeño laúd.

Inevitablemente se vieron atraídos el uno por el otro y durante unos días la princesa y el trovador vivieron su historia de amor.
El atrevimiento de la princesa llegó a tal extremo que incluso llevó a su amante hasta su aposento en el palacio y mientras estaban en él,  un fornido guardia con su espada desenvainada protegía la entrada de la habitación.

Un día el trovador se vió obligado a volver a las lejanas tierras de donde había llegado y en la despedida la princesa sin que él lo supiera le puso un cariñoso mensaje dentro de su bolsa de viaje. Nunca más se volvieron a ver.

La princesa Niran  llegó con el paso de los años a ser la Emperatriz de una de las islas que su padre le confió para que las gobernara y el joven trovador después de recorrer el mundo con su laúd  llegó a ser el más admirado y  apreciado músico de su país.

Cuando, ya a una edad avanzada, murió el trovador , decidieron enterrarle con su laúd y al hacerlo cayó de su interior un pequeño pergamino con el mensaje que había escrito la joven princesa.

Esto sucedió hace ya muchos años, pero si algún día llegáis a visitar aquel lejano país quizá escuchéis la música de  una de las canciones del trovador cuyo sonido se esparce por los jardines del palacio donde vivió la princesa ."

sábado, 4 de junio de 2016

Nueva York en los versos de Enrique Jardiel Poncela.











Poesía de Enrique Jardiel Poncela visitante de Estados Unidos en los años treinta. Colaboró en guiones para la industria del cine en Holywood contratado por la Fox Corporation y nos dejó sus impresiones en uno de sus libros. Nacido en 1901 Jardiel Poncela murió en 1952.

Jardiel Poncela nos dejó este retrato poético del Nueva York de los años treinta.






Poesía: Enrique Jardiel Poncela



                                     Una ciudad con dos ríos.
                                     Chinos, negros y judíos
                                     con idénticos anhelos.
                                     Y millones de habitantes,
                                     pequeños como guisantes,
                                     vistos desde un rascacielos.

                                    En el invierno, un cruel frío
                                    que hace llorar. En estío,
                                    un calor abrasador
                                    que mata al gobernador
                                   –que es siempre un señor con lentes–
                                    y a los doce o trece agentes
                                   que llevaba alrededor.

                                   Soledad entre las gentes.
                                   Comerciantes y clientes.
                                   Un templo junto a un teatro.
                                   Veintitrés o veinticuatro
                                   religiones diferentes.

                                 Agitación. Disparate.
                                 Un anuncio en cada esquina.
                                «Jazz-band». Jugo de tomate.
                                 Chicle. «Whisky». Gasolina.
                                 Circuncisión. Periodismo:
                                 diez ediciones diarias,
                                 que anuncian noticias varias
                                 y todas dicen lo mismo.

                               Parques con una caterva
                               de amantes sobre la hierba
                               entre mil ardillas vivas.
                               Masas con fama de activas,
                               pero indolentes y apáticas.
                              «Estrellas», actrices, «divas»
                               y máquinas automáticas.

                               Oficinas sin tinteros:
                               con «Kalamazoos», ficheros,
                               con nueve timbres por mesa
                               y con patronos groseros
                              de cara de aves de presa.

                              Espectáculos por horas.
                             «Sandwichs» de pollo y pepino.
                              Ruido de remachadoras.
                              Magos y adivinadoras
                              de la suerte y del destino.

                              Hombres de un solo perfil,
                             con la nariz infantil
                             y los corazones viejos.
                             El cielo pilla tan lejos,
                             que nadie mira a lo alto.
                             Radio, Brigadas de Asalto.
                             Garajes con ascensor.
                             Cemento. Acero. Basalto.
                             Sed. «Coca-Cola». Sudor.
                             Prisa. Bolsa. Sobresalto.

                            Y dólares. Y dolor:
                           un infinito dolor
                           corriendo por el asfalto
                           entre un «Cadillac» y un «Ford».
*

miércoles, 4 de mayo de 2016

Recordando a Mylkas en "Las corrupciones" de Jesús Torbado


Texto: Julio Suárez Herrero








  La historia de Mylkas que tan magistralmente nos relató Jesús Torbado en “Las corrupciones” influyó notablemente en muchos jóvenes de los años 60  que se identificaron con el protagonista. Hoy he recorrido de nuevo las páginas del libro y he captado, al igual que hace cincuenta años, su tristeza, su filosofía y la lucidez de su mensaje final.

He escrito las líneas que siguen a continuación recordando a Mylkas:


“En 1965 te ví por última vez en la torre Eiffel. Desde su altura tu vista se perdía, buscando sin saber qué, entre los edificios y parques  de la ciudad. Sentías una tristeza que parecía empujarte al vacío y volar libre finalmente antes de estrellarte contra el suelo.

¿Que fué de tu amor Mylkas? ¿ Llora tu alma por haberlo perdido o quizá tan solo porque has admitido tu derrota? Quizá por el vacío que te produce haber llegado a la última corrupción: la pérdida de la fe en ti mismo.

Recuerdo aquellas palabras que tu mente te  dictaba en aquellos momentos:  “ Hasta ahora yo he ido siempre hacia las cosas: hacia el mar y las montañas. Dejaré desde hoy que ellas vengan a mí para mejor terminar...las cosas que mueren no existen.....cuanto existe está dentro de nosotros, bueno o malo...”

En tu peregrinación de juventud por Europa recorriste países del Norte y al mismo tiempo el camino de lo que tu llamas las tres corrupciones: la pérdida de la fe en Dios, la pérdida de la fe en los hombres y finalmente la pérdida de la fe en tí mismo.

Hoy Mylkas, quizá vivas aún  en el recuerdo de hombres, ya en la etapa final de su vida, que, en su juventud, vivieron a través del libro de Torbado tu viaje hacia el Norte, hacia el amor y la tristeza, dejando en sus últimas líneas ,desde la atalaya de la torre Eiffel, unas palabras tuyas de esperanza.



sábado, 2 de abril de 2016

En Copenhague. Una sirena dormida.




Poesía:  Julio Suárez Herrero

Foto: Según una postal de 1953.











                                                      Una sirena perdida
                                            Llegó nadando hasta el puerto
                                            En una noche muy fría
                                            Era una noche de invierno
                                            Y Copenhague dormía.

                                            Allí sobre una gran piedra
                                            Donde las olas morían
                                            Quedó la bella sirena
                                            Ya para siempre sin vida.

                                            Cuando la estoy contemplando
                                            Entre grupos de turistas
                                            Mi mente está imaginando
                                            Que solo a mí es a quien mira.

                                             De mi alma sale entonces
                                             Una sentida poesía
                                             Que recito con amor
                                             A la bella sirenita.

                                            “Princesita del puerto dormida
                                             Arrullada por olas tranquilas
                                             Cobijada por rocas que esperan
                                             Tu volver a la vida.

                                             Yo quisiera, desgarrando ese velo
                                              Que cubre tu cara de melancolía,
                                              Reanimarte y llevarte conmigo
                                              Hacia un mundo de sol y alegría.”





jueves, 24 de marzo de 2016

Un mundo sin guerras






 Texto poesía y foto:  Julio Suárez Herrero









                                            Igual que un cervatillo distraido
                                            Ignorando el peligro que le acecha
                                            Siente su corazón en dos partido
                                            Por la aguda punta de una flecha

                                            Como el hombre que a un amigo
                                            Sus secretos un día le ha contado
                                            Y el amigo los ha infielmente revelado
                                            Más bien como si fuera su enemigo

                                            Como el niño que a un árbol ha trepado
                                            Para robar los huevos de algun nido
                                            Y al caerse del árbol ha encontrado
                                            Por su acción el castigo merecido.

                                           Así del  hombre que en la guerra
                                           Encuentra el motivo de su vida
                                           Esparciendo el terror sobre la Tierra
                                           Será siempre su memoria  maldecida.

                                           Se hizo finalmente ya el silencio
                                           Mientras creando estaba esta poesía
                                           No sonó entonces el silbido de las balas
                                           No se oyeron fuera ya las bombas
                                           Que segaron un día tantas vidas

                                           Una luz ilumina mi ventana
                                           En los campos la gente está cantando
                                           Está ya despuntando el nuevo día
                                          Quizá tan solo en esta paz esté soñando......

                                          No quiero despertarme!!...
                                          Estoy gritando...
                                          ¡ no me despertéis ya nunca!
                                          Quiero vivir, sí, quiero vivir...
                                          Pero soñando !
!!

miércoles, 23 de marzo de 2016

A un amigo fallecido en el accidente de German Wings.




Texto poesía: Julio Suárez Herrero





                                                     

                                          


                                      A mi madre le decía de pequeño
                                      -Quiero tener alas y volar
                                      Igual que por las noches cuando sueño
                                      Y no quiero entonces despertar.

                                      Era inútil entonces ese empeño
                                      Intentaba mil veces despegar
                                      Y seguía pegado siempre al suelo
                                      Sin poderme finalmente levantar


                                      De mayor he volado en los aviones
                                      No era lo que esperaba yo alcanzar
                                      No eran  esas las mismas sensaciones
                                      Que de niño esperaba realizar.

                                       Volaré al fín en un avión mi último vuelo
                                       Que nunca a su destino ha de llegar
                                       Mi alma volará libre entonces por el cielo
                                        Como el niño que soñaba siempre con volar.                                                        



miércoles, 9 de marzo de 2016

Un monje en Borobudur.






Texto y fotos: Julio Suárez Herrero







Fué en la isla de Java. Visitaba el templo de Borobudur. En un prado cercano al templo hay dos o tres grandes árboles a cuya sombra un monje se había detenido antes de proseguir su camino.

Me acerqué a él y pidiendo a mi guía que actuara de intérprete y, después de presentarme cortésmente, inicié una breve conversación. Antes de terminar le pregunté qué le decidió a ser monje. Esta fué su contestación:
 
“En el comienzo de tu vida se presentan ante tí tres caminos. El del Mal, el de la Indiferencia y el del Bien.  Todos elegimos uno y lo recorremos con mayor o menor intensidad a lo largo de nuestra existencia. Yo elegí el del Bien y lo he querido transmitir a las demás personas por medio de mi condición de monje. Mira dentro de tí y piensa cual es el camino que sigues. El camino de la Indiferencia es el más concurrido por los seres humanos. Siempre hay unas sendas que pueden llevarte a cambiar tu ruta por la vida de un camino a otro.” 

 El calor era intenso, La gente pasaba ante nosotros protegida por sombrillas de brillantes colores.
 El monje  se alejaba ya hacia las escaleras que llevaban a las estupas del templo.
 Un pequeño grupo de turistas llegaba en un tuk-tuk por el camino cercano.




domingo, 28 de febrero de 2016

Versos para una psicofonía.






Poesía y foto: Julio Suárez Herrero




                                    

                   
                                 Tu recuerdo de mí habrá quedado
                                 En los tristes parajes del olvido
                                 Pero  hay veces en que pienso
                                 En aquel hogar en que vivimos.

                                 Había un dormitorio, hoy triste y frío,
                                 Y aún en él se escucha cada noche
                                 Una voz que, en el silencio,  dice,
                                 "abrázame amor mío".
                              

lunes, 8 de febrero de 2016

Un día en la isla de Java. Prambanan y Borobudur.





Fotos: Julio Suárez Herrero    Clic en las fotos para ampliarlas.





                                                                      Prambanan













                                                               












Borobudur




























 
                                                        

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