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jueves, 1 de diciembre de 2022

En Dyrehaven


Julio Suárez Herrero.  Extracto de mi nuevo libro"Madeleine en Selandia"...   Diciembre 2022


Una tarde fui con Manuel al cercano parque de atracciones del Bakken en Dyrehaven. Habíamos ido caminando pues no se encontraba lejos de mi casa de Klampenborg. Poco antes de llegar a la entrada vimos al Sr. Olsen que, empujando la silla de Madeleine, se dirigía a la cercana carretera que bordeaba el mar. Cuando nos cruzamos con él se detuvo un momento a saludarme. Mientras  yo  hablaba brevemente con el Sr. Olsen Manuel contemplaba a Madeleine y creí ver en su rostro una expresión de tristeza. 

 Un grupo de chicos y chicas pasó junto a nosotros cantando alegremente. Manuel siempre cercano a la silla de Madeleine agarraba ligeramente la mano de ella que había detenido sus movimientos incontrolados. De lejos y provenientes del Bakken nos llegaba el ruido de la música y los murmullos de la gente que se divertía.Yo, contemplando a Madeleine que parecía tener una expresión de tranquilidad en su rostro, sentí una especial sensación de plenitud y recuerdo muchas veces  esos momentos felices de nuestra excursión.       -----------------------------------------------------------Conocí a Jan un día que intentaba correr sobre el asfalto de nuestra calle sobre unos patines de ruedas. Su casa estaba no muy lejos de la nuestra y me llevó hasta su jardín para enseñarme una barca que estaba construyendo.

-Le pondré un motor y navegaré por el estrecho del Sund hasta Suecia-me dijo

Desde la playa podíamos ver la costa del país vecino los días sin bruma y me atraía la posibilidad de realizar  aquella travesía que  tenía proyectada. Jan tenía otra afición que pronto descubrí. Sentía una especial admiración por un escritor famoso que era también danés. Cuando no estaba trabajando en la construcción de su barca se quedaba sentado en su jardín junto a un cerezo leyendo los libros del escritor que tanto admiraba. Aquella combinación de incipiente carpintero, patinador  y ávido lector de filosofía me parecía inaudita.  Mientras remataba la proa de su barca me habló un día de la angustia , tema sobre el  que  había escrito el autor de aquel libro. 

Sobre la mesita de mi habitación conservé uno de los libros que me regaló Jan cuando apenas le quedaban unas horas de trabajo para terminar de construir la barca. Aquel libro estuvo allí mucho tiempo hasta que meses después  comencé a leerlo.    

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