Texto: Julio Suárez Herrero
Recibo una llamada de Magín:
-Quiero despedirme de ti-me dice-Voy a iniciar mi viaje.
Me encuentro con él al comienzo del camino que muestra su trazado recto hacia el horizonte y me extraña advertir que no lleva consigo ninguna maleta, ninguna bolsa.
-No llevas equipaje?
-Llevo todo aquí-me dice señalando con su mano su frente y su pecho- En mi mente van todos los recuerdos de mi vida. Cuanto de positivo hice o recibí está en mi mente y en mi corazón guardo todo el cariño que dí y el de todos aquellos que me dieron el suyo.
-Adonde te llevará tu viaje?
-Ya te lo dije días pasados. Hace unos meses que hablaste en una entrada de tu blog de un país llamado Utopía y lo describiste ensalzando las cualidades de sus habitantes. Quiero llegar hasta ese lugar. Pero sé que será un largo viaje.
-No Magín.-le digo mirándole fijamente a los ojos- Yo pensaba entonces igual que tú. Que tu viaje sería largo y lleno de dificultades. Pero estaba equivocado igual que lo estás tú ahora. Mira dentro de ti y verás que ya has alcanzado ese destino tan ansiado. Con tu deseo de encontrar ese lugar ya has llegado a él. Toda la paz que buscas encontrar en Utopía ya está en tu mente y tu corazón. No hace falta que inicies ya ningún viaje. Regresa con aquellos que te esperan.
Me pareció ver brillar sus ojos cuando me abrazó y sin decir ninguna palabra se dio la vuelta y renunciando a emprender el camino que se abría ante nosotros emprendió el regreso hacia su casa.
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