Isla de Pascua.

Si algún día quisiérais encontrar un lugar lo más alejado posible de las grandes ciudades y de la frenética vida actual de las mismas os sugiero la Isla de Pascua como destino.

No en vano “ el ombligo del mundo” como la llaman por su situación aislada en medio del Pacífico recibe aún hoy en día un número escaso de turistas en comparación con otros destinos más populares.

Caminad por sus prados contemplando los mohais y el mar en casi absoluta soledad, evitando los momentos en que algún pequeño  grupo de visitantes dispara sin cesar sus máquinas fotográficas. Son momentos de gran serenidad si no os asusta la ausencia de ruidos y gentes, tan sólo el murmullo del mar  que estrella sus olas contra el islote llamado motu Nui ,donde los nativos en tiempos pasados nadaban en reñida competición  para buscar el huevo del pájaro sagrado Manutara.

El cráter de Rano Raraku nos muestra en su ya extinguida caldera abundantes plantas de totora y en las laderas de sus colinas próximas se encuentran numerosos mohais que nunca se llegaron a terminar.

Tres vuelos semanales de Lan Chile  ( Santiago-Isla de Pascua-Papeete en Tahiti)  y un barco desde Valparaíso son el medio que nos ofrecen para llegar a este apasionante lugar.

Foto: Julio Suárez Herrero